domingo, septiembre 23, 2012

¿Qué es la intolerancia al ejercicio?

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¿Te ha sucedido de sentir malestares físicos y una fatiga extrema incomprensible al más mínimo esfuerzo? Entonces quizás se deba a la intolerancia al ejercicio, un problema que, aunque infrecuente, pude afectar nuestro rendimiento físico, y, por consiguiente, toda nuestra salud.

Fatiga e intolerancia al ejercicio

La intolerancia al ejercicio, más que un problema, ha sido considerada como un síntoma que acompaña cuadros patológicos que afectan los procesos metabólicos concernientes a la producción y distribución de energía por el organismo, Por esta razón,  una de las principales consecuencias de este problema es la fatiga y el agotamiento, especialmente desarrollados en pacientes con problemas cardiacos, de anemia, sobreentrenamiento o con problemas mitocondriales.

Síntomas

Asimismo, un cuadro de intolerancia al ejercicio puede presentarse bajo la forma de uno o varios de los siguientes síntomas. No necesariamente se experimentan durante una sesión de ejercicios, sino que pueden surgir durante otras actividades tan simples como levantarse o caminar.
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Dolores musculares

A diferencia de los problemas musculares, como calambres o lesiones, que pueden presentarse en cualquier práctica deportiva, este tipo de traumatismo debido a la intolerancia al ejercicio puede ocasionarse apenas a unos momentos de haber entrado en movimiento, provocando lesiones o dolores exagerados en relación al esfuerzo hecho.

Agotamiento prematuro

Este es una de las principales consecuencias de la intolerancia al ejercicio, desarrollada no sólo durante o después de un esfuerzo físico medianamente intensivo, sino que también en actividades que usualmente no se considerarían como fatigadoras. Se muestra principalmente a través de la fatiga, sensaciones de mareo y dificultad para respirar.
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Depresión

El agotamiento físico, sumado a la frustración de no poder alcanzar los objetivos fijados puede inducir a cuadros depresivos y de mal humor, lo que a su vez compromete cualquier posibilidad de mejorar el rendimiento físico.

Problemas cardíacos

Taquicardias o ritmo cardíaco alterado también pueden presentarse en un cuadro de I.E., lo que además induce a una sensación de fatiga y agotamiento físico.
Además, las personas que padecen intolerancia al ejercicio pueden presentar repentinos desniveles en la presión arterial, así como una excesiva oxigenación de la sangre que puede evidenciarse a través de la palidez del rostro o las extremidades.

Cómo tratar la intolerancia al ejercicio

En general, el tratamiento médico que puede realizarse se vincula a cada síntoma y en particular a los posibles problemas subyacentes. Es recomendable practicar actividades físicas de forma moderada, teniendo la precaución de calentar antes de cada ejercicio, mantenerse bien hidratado y realizar un esfuerzo según sea el ritmo cardiaco objetivo.

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