Chitosán: verdadero efecto de este suplemento dietético

Perder peso es una de las cuestiones más tratadas dentro del campo de la salud, para la cual se han lanzado al mercado numerosos productos desarrollados para facilitar la quema de grasa y el adelgazamiento. Aunque, entre tanta variedad, muchas veces se pierde la pista de aquellos que realmente pueden ayudarnos a obtener nuestro peso ideal de forma segura y natural. Por lo que, en este caso, te hablaremos del chitosán, un suplemento dietético con una fama un tanto inmerecida.

¿Qué es el chitosán?

El chitosán, también conocido como quitosano, es una fibra obtenida a partir del óseoesqueleto de varias especies de crustáceos, como la langosta, camarón y cangrejos, más precisamente de una sustancia denominada quitina, procesada con el fin de obtener un suplemento dietético comúnmente utilizado para la pérdida de peso.

Cómo funciona el chitosán

Aunque la efectividad de este suplemento para la pérdida de peso ha sido ampliamente discutida, las fuentes que están a su favor alegan que, por tratarse de una fibra indigerible, al consumirse permanece en el estómago acumulando determinadas cantidades de grasa a su alrededor, que posteriormente serán eliminadas del organismo sin dar tiempo a que se adhieran y generen cuadros de sobrepeso o colesterol.

Y, si bien existen muchos estudios al respecto sobre sus cualidades, probablemente su eficacia no resulte tal cual la presentan las empresas que comercializan el quitosano, pero sí resultaría efectivo para reducir la absorción de grasa y ayudar a su eliminación, aunque en tan pequeñas proporciones que no podría considerarse un tratamiento en el cual podría basarse un régimen para bajar de peso, sino como una herramienta complementaria.

¿Para qué se utiliza el chitosán?

Además de su ayuda en la pérdida de peso y la reducción del colesterol malo, o HDL, el chitosán puede resultar un complemento beneficioso para suministrar en tratamientos de anemia, insuficiencia renal, insomnio, inapetencia y de problemas intestinales, destacándose por su inhibición de la absorción de sodio (que beneficiaría cuadros de hipertensión) y estimulación de la captación de calcio, así como para tratar infecciones dentales y prevenir la periodontitis.
Pero a la vez que el chitosán disminuye la absorción de grasa, también lo hace con respecto a la vitamina A, D, E y K, por lo que el consumo de estos nutrientes debería ser reforzado durante el tratamiento con chitosán, para así permitir que el organismo reciba sus cantidades nutricionales necesarias.
Como ves, el chitosán conforma el ya nutrido grupo de productos que nos prometen lograr bajar de peso de forma fácil y segura. Aunque la primera de estas características difícilmente pueda dar resultados asombrosos. Por ello, es conveniente que consultes a tu médico o nutricionista antes de consumir chitosán y, sobretodo, sigue una vida saludable si quieres eliminar algún kilo de más de forma saludable y sostenida en el tiempo.