Menú semanal equilibrado

Constantemente estamos hablando de la alimentación saludable, de lo importante que es, de sus beneficios y de lo bien que hace a nuestra salud, sobre todo si la combinamos con tener una actividad física constante y beber mucha agua. Sabemos que es muy importante nuestra nutrición, pero puede que cuando pienses en qué cocinar durante la semana te quedes pensando y no encuentres soluciones más allá de lo que cocinas siempre, o algo poco nutritivo.

Para que no te hagas problema, en VivirSalud te mostramos una idea de un menú semanal equilibrado, para que lo prepares con confianza y con la tranquilidad de que estás comiendo saludablemente.

¿Qué significa comer equilibrado?

Comer balanceadamente, o una comida equilibrada se refiere a que consumamos alimentos de todos los grupos que son fundamentales para nuestra salud, como las carnes, los lácteos, las frutas, verduras y cereales, los que debemos consumir de forma combinada durante la semana.

Comer equilibradamente no significa que tengas que demorarte horas y horas en cocinar una súper comida, sino que puedes hacer algo fácil (hasta una pizza) que incluya los alimentos que necesitas. Si tienes el problema de que a tu familia no le gustan algunos alimentos, puedes prepararlos de una forma más rica o más estimulante, para que se puedan nutrir bien.

Idea de un menú semanal equilibrado

Un menú semanal equilibrado podría ser el siguiente:

Desayuno: todos los días puedes comer lo mismo al desayuno, así te acostumbras y lo preparas rápidamente. Puedes tomar un vaso de leche con cereales, o una fruta, o un pan con una leche. La idea es que comas algo que te prepare para el día, pero que no te caiga pesado.

A medio día: cuando te de hambre a medio día puedes comer un snack nutritivo, como una fruta, o comer una barrita energética (de las que venden) o prepararte un sándwich de pan integral, vegetariano.

Al almuerzo: el almuerzo si es mejor que varíe diariamente, ya que sino será muy aburrido comer lo mismo siempre. Puedes comer arroz con carne (de pollo o res) un día, con ensalada de lechuga y tomate. Otro día puedes comer pasta con un trozo de carne y ensaladas (de zanahoria, coliflor, etc). También puedes comer legumbres con ensaladas, o ensaladas surtidas, con huevo y pescado, o puré de patatas con un filete de pescado, o lo que quieras. La gracia está en que combines alimentos de los distintos grupos, para que comas balanceadamente.

Postre: puedes comer una fruta de postre, o algo más elaborado, como una gelatina, un flan, o un rico postre de arroz con leche. Puedes comerte el postre en el almuerzo, o más tarde. Lo mejor es que no recargues tu estómago con demasiada comida y que cuando te vuelva a dar hambre lo comas.

Media tarde: puedes comer una fruta o un sándwich, o un snack, algo más liviano y que te quite el hambre. Puedes aprovechar de tomar líquidos bebiendo un té de hierbas.

Cena: puedes comer algo liviano, una sopa, o unas ensaladas que te permitan ir a dormir con el estómago liviano, pero sin hambre.

De vez en cuando puedes darte un gustito y comer algo que te guste, pero debes hacerlo pocas veces a la semana y cuidándote de los excesos.

Tienes muchas opciones para alimentarte. Puedes hacer algo más elaborado o algo más simple, lo importante es que te nutras bien y puedas respetar al menos tres comidas al día, ya que a veces corremos todo el día y dejamos de lado nuestra alimentación, pero eso nos hace mal.

Ya tienes una idea de lo que tienes que combinar: carbohidratos con proteínas (como el arroz con carne o las pastas con carne), junto con ensaladas y frutas. Así comerás balanceadamente y estarás evitando muchas enfermedades, además de que te verás y sentirás bien por dentro y por fuera.

¡Pruébalo! En tanto, quédate con nosotros y visita nuestros consejos para una alimentación saludable. Si comes en la oficina, tampoco pierdas las ideas de viandas saludables para llevar al trabajo.