miércoles, junio 13, 2007

Vinculan bebidas azucaradas con aumento de peso en preescolares.


Los niños en edad preescolar que habitualmente consumen bebidas azucaradas entre las comidas son más propensos a tener sobrepeso que sus pares que no ingieren esos refrescos, indicó un nuevo estudio.


Las calorías "vacías" que aportan las gaseosas y las bebidas frutales azucaradas fueron acusadas de favorecer la aparición de la obesidad, aunque no todos los estudios hallaron evidencia suficiente para respaldar esa afirmación.


En ea nuevo trabajo, investigadores de Canadá analizaron si los niños pequeños que consumen bebidas azucaradas entre las comidas eran especialmente más propensos a tener sobrepeso antes de los 5 años de edad.Las madres de 1.500 chicos respondieron cuestionarios detallados sobre la alimentación de sus hijos cuando ellos tenían 2,5, 3,5 y 4,5 años.


Los investigadores les controlaron el peso y la altura a los niños a los 4,5 años de edad.En general, el estudio halló que los niños que consumían regularmente gaseosas o bebidas frutales azucaradas entre las comidas, por lo menos cuatro a seis veces por semana, eran dos veces más propensos a tener sobrepeso que los que no ingerían refrescos azucarados entre las comidas.


Eso no incluyó a los niños que bebían sólo jugo 100 por ciento puro de frutas.


Los resultados, publicados en Journal of the American Dietetic Association, sugieren que los padres deberían reducir la cantidad de bebidas azucaradas que consumen sus hijos en edad preescolar, afirmaron los investigadores.


Y eso, dijo a Reuters Health la autora principal del estudio, la doctora Lise Dubois, se aplica a la hora de almorzar, cenar y entre las comidas.


"Las bebidas con un mejor valor nutritivo, como la leche y los jugos 100 por ciento de fruta, son las mejores elecciones para los chicos, los adolescentes y los adultos", dijo Dubois, investigadora especializada en nutrición de la University of Ottawa.Aun así, si bien los jugos 100 por ciento de fruta proporcionan nutrientes, también contienen gran cantidad de calorías.


Por lo tanto, Dubois señaló que los padres deberían recordar que los chicos reciben de apenas 112 gramos de jugo puro de fruta el equivalente a una porción de fruta.


Los preescolares que beben demasiado jugo entre las comidas no sienten hambre a la hora de comer, indicó la investigadora.


Cuando los niños necesitan calmar la sed entre las comidas o a la hora de dormir, el equipo sostiene que el agua es la bebida más adecuada.


Fuente:

Cortesía de-Nlm.nih.gov

No hay comentarios.: