martes, mayo 29, 2007

Condenado a muerte el ex director de la agencia china del medicamento


Un tribunal chino ha condenado a muerte a quien fue director de la agencia del medicamento en aquel país entre los años 1998 y 2005, Zheng Xiaoyu. El ex responsable chino está acusado de haber aceptado sobornos de compañías farmacéuticas para autorizar irregularmente decenas de fármacos.


La sentencia a muerte, de la que informa la agencia de noticias Xinhua, podría verse reducida si prosperan los recursos interpuestos ante la Corte Popular Intermedia Municipal de Pekín número 1. La última vez que China condenó a un oficial de tan alto rango (equivalente al de un ministro) fue en 2000, cuando un vicegobernador de una provincia oriental y el vicepresidente del Congreso Nacional Popular fueron ejecutados por aceptar sobornos.


Zheng, de 62 años, fue expulsado del Partido Comunista chino el año pasado. Está acusado de recibir regalos y dinero en metálico durante su mandato y de abandono de sus obligaciones. Entre los cargos de corrupción que se le imputan figuran la aceptación de 6,5 millones de yuanes (unos 630.000 euros) por autorizar 277 fármacos de la compañía Kongliyuan, en su mayoría antibióticos.


En este escándalo de corrupción se han visto implicados además su secretario, Cao Wenzhuang; su esposa Liu Naixue y su hijo Zheng Hairong; que habrían participado en la trama con empresas tapadera que traficaban con licencias farmacéuticas concedidas a productores sin estándares a cambio de estos sobornos.


El Ministerio de Asuntos Exteriores chino ha valorado la condena a muerte como una prueba de la seriedad con la que el Ejecutivo comunista se toma la lucha anticorrupción. "Aunque la valoración de la pena de muerte no es materia del Ministerio de Exteriores, este caso refleja la lucha del Gobierno chino contra la corrupción", dijo en rueda de prensa Jiang Yu, portavoz de turno de la cancillería.


Escándalos sanitarios


Esta condena se enmarca dentro de la cruzada que el gobierno chino está intentando llevar a cabo contra la proliferación de medicamentos falsos en su territorio y a raíz de varios escándalos de seguridad sanitaria que han traspasado sus fronteras.


Precisamente en 2005, tras despedir a Zheng Xiaoyu de su cargo, las autoridades anunciaron que estaban dispuestas a revisar nada menos que 170.000 licencias médicas que fueron concedidas durante su mandato. Ese mismo año, 13 bebés fallecieron en aquel país por malnutrición debido al consumo de leche enriquecida que en realidad carecía de cualquier valor nutricional. El año pasado además, 11 personas murieron en China debido al consumo de un antibiótico que no estaba adecuadamente esterilizado.


Más recientemente, el escándalo de productos chinos en mal estado exportados a Estados Unidos y otros países ha llevado a las autoridades locales a anunciar una revisión de los estándares de calidad de estos productos. Es el caso de los alimentos para perro y gato contaminados con melamina que causaron la muerte de varias mascotas estadounidenses, o de varios lotes de pastas de dientes de origen chino que están siendo investigados por las autoridades de EEUU.


De hecho, las importaciones de dentífricos chinos están paralizadas en EEUU hasta que se investigue la posible presencia de dietileno glicol, un compuesto químico generalmente empleado como anticongelante o en los líquidos de frenos, y que podría haber causado la muerte de 101 personas en Panamá en 2006 tras consumir un jarabe para la tos contaminado. Países como Nicaragua, la República Dominicana y Australia también están investigando el caso.


Según los analistas internacionales, la proximidad de los Juegos Olímpicos y del próximo Congreso del Partido Comunista estarían también detrás de esta campaña china contra la corrupción. De hecho, la condena del ex director del organismo sanitario coincide con la puesta en marcha del primer sistema de retirada del mercado de productos peligrosos para el consumo humano.






El sistema, que según el diario The Washington Post estará funcionando plenamente antes de final de año, afectará a todos los fabricantes nacionales y extranjeros y se irá poniendo en marcha progresivamente, con especial atención a los alimentos contaminados, inseguros o no autorizados. Para empezar, la administración china enviará en las próximas dos semanas a más de 90 inspectores a 15 provincias del país.

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