jueves, agosto 16, 2007

Comida chatarra en embarazo haría que los hijos coman en exceso


Los niños cuyas madres consumen comida chatarra durante el embarazo y la lactancia son más propensos a comer en exceso, optar por una dieta poco saludable y convertirse en obesos más adelante en sus vidas, reveló una investigación con ratas publicada el miércoles Estudios anteriores demostraron que los chicos nacidos de madres obesas son proclives a tener sobrepeso, pero los nuevos resultados son unos de los primeros en observar qué conductas generarían hábitos alimenticios poco saludables, indicaron los investigadores.


"Esto demuestra que hay una programación fetal de la alimentación en exceso", dijo Neil Stickland, investigador del Royal Veterinary College en Londres, quien trabajó en el estudio.


"Los fetos están acostumbrándose a esta comida chatarra durante la gestación", dijo el experto en una entrevista telefónica, y agregó: "No sólo se trata de genética".


Es posible mostrar una relación directa entre lo que comen las mamás y cómo eso afecta a los niños, señaló el especialista.


En el estudio, publicado en British Journal of Nutrition, los investigadores tomaron dos grupos de ratas preñadas y le dieron a uno una dieta en base a comida chatarra y al otro una alimentación nutritiva.


Sorpresivamente, señaló Stickland, no hubo ningún efecto sobre el peso de los roedores al nacer.


Pero cuando las ratas pequeñas fueron obligadas a desacostumbrarse al hábito alimenticio previo, el equipo halló que los animales cuyas madres habían consumido comida chatarra subían de peso más rápido y les gustaban los alimentos poco saludables, añadió el investigador.


El estudio en ratas tiene consecuencias para los seres humanos porque los mecanismos de control del apetito son similares en muchas especies, explicó Stickland.


400 MILLONES DE OBESOS


La obesidad es un problema central en todo el mundo, que eleva el riesgo de enfermedades como la diabetes tipo 2 y varias dolencias cardíacas.


La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene un registro de unos 400 millones de personas obesas, incluidos 20 millones de niños de menos de 5 años.


El nuevo estudio también buscó comprender mejor qué dirige el apetito, un proceso controlado por centros cerebrales que responden a señales que indican cuándo una persona tiene hambre y cuándo está llena.


La investigación indicó que a medida que las ratas jóvenes comen más, los "centros de placer" del cerebro estimulados por los alimentos azucarados necesitan aumentar las cantidades de comida que logran el mismo nivel de satisfacción.


"La exposición a la dieta materna en base a comida chatarra durante el estado fetal y de lactancia ayudaría a explicar por qué a algunos individuos les costaría más que a otros controlar su ingesta de comida chatarra aún cuando tienen acceso a alimentos más saludables más adelante en sus vidas", indicó Stephanie Bayol en un comunicado.


Bayol es la investigadora del Royal Veterinary College que dirigió la investigación.


Fuente:

MedLinePlus

No hay comentarios.: