El sueño de toda mujer es tener el cabello liso, sedoso, dócil, y brillante. Eso es lo que se logra con el alisado permanente con Keratina. Ya no simplemente se busca tener el pelo lacio, sino también sedoso y suave. Antes los tratamientos para alisar tenían los mil y un productos químicos que “quemaban” literalmente el cabello, y para tenerlo lacio debíamos pagar las consecuencias.
Hoy en día hay en el mercado muchas variantes para lograr un cabello liso, pero sin duda la más popular es el alisado permanente con Keratina. ¿En qué consiste? Veamos.
Como decíamos anteriormente, los antiguos tratamientos de alisados eran igual de eficaces pero dañaban mucho el cabello. Hoy en día se utiliza el tratamiento con Keratina, que básicamente consiste en romper los enlaces entre las moléculas de proteínas del cabello. Al romperse estos enlaces el cabello pierde su memoria, y por lo tanto su forma natural (rizos u ondas) y toma la nueva forma que queramos darle.
Cuando el profesional que realiza el tratamiento observa que el cabello perdió su forma natural considera que es momento de retirar el producto, ya que dejarlo demasiado tiempo también implicaría una perdida en su resistencia y elasticidad natural.
Luego de esto se aplicará un producto fijador, y un tercer producto para proteger el cabello. Además, una vez terminado el tratamiento de alisado permanente con Keratina se procederá a lavar el cabello con un shampoo rico en proteínas para nutrir el pelo. Debemos procurar seguir estos cuidados en nuestro hogar para que el cabello no pierda su fuerza y lo podamos mantener liso y sedoso.
Es bueno destacar que el tratamiento de alisado permanente con keratina en verdad dura entre 4 o 5 meses, ya que al no ser tan nocivo como otros tratamientos alisadores no dura para siempre.
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